viernes, 9 de noviembre de 2012

Motto to love Ru


Hace tiempo se confirmó la adaptación de “To Love Ru Darkness” en una serie de anime.
Ante tal anuncio, me dispuse a concluir el visionado de su adaptación más inmediata “Motto
to Love Ru”, lo que podríamos considerar la tercera parte de la saga “To Love Ru” (“To Love
Ru” la 1º, “To Love Ru OVA” la 2º).


La estructura narrativa de estos episodios consiste en tres pequeñas historietas normalmente
no relacionadas entre sí. Esto limita el tiempo de desarrollo de cada una de las historias, ya
que son 24 minutos por episodio, menos los 3 del opening y ending, deja unos escasos 7
minutos para el desarrollo de cada una de las historias. Esto produce una aceleración de los
acontecimientos y las circunstancias de cada una de las historias.

Esta aceleración complica que el espectador se pueda sumergir en la historia, aunque esta
aceleración en la narración lo compensan con las escenas “ecchi” presente en todas las
historias. Esta aceleración, personalmente creo que lleva a una pérdida de calidad. He de
reconocer que el comienzo de la primera serie nos mostró un producto interesante, con
sus dosis de humor, ecchi y aventura al más puro estilo shônen. Poco a poco la serie fue
decayendo, con una serie de episodios poco interesantes, por desgracia, esta tendencia se fue
trasladando a sus secuelas.



En las OVAS pudimos disfrutar de una serie de personajes nuevos, pero en esta última saga, la
carencia de estos, provocó una pérdida de riqueza ya que no se introducían nuevos elementos,
sino que continuábamos con los mismos de siempre, con historias muy similares, y sin apenas
novedades.

A diferencia de la primera serie que adaptaba el manga, esta historia se centraba más en
historietas con los personajes secundarios como protagonistas, que en avanzar en la historia
principal. Al poseer un mayor protagonismo estos personajes, la historia se diluye a lo largo de
los episodios, no creándose realmente una historia lineal de la misma, sino pequeños pedazos
que podríamos situar en una posición diversa en la línea temporal. Son pocas las historias que
mantienen la narración, y por lo tanto generan un avance en la misma, en realidad la historia
se centra más en mostrar situaciones ecchi que en narrarnos la historia.



Al poseer el peso de la narración los personajes secundarios, hemos podido adentrarnos un
poco más en la personalidad de los mismos, pero por desgracia, en algunas ocasiones, nos
hemos topado con personalidades totalmente opuestas a la línea habitual de ese personaje,
desorientado el espectador. Un ejemplo podría ser la historieta donde Saki se enamora de
Zastin. En esta historieta, Saki pierde su personalidad característica, siendo modificada a una
completamente diferente.

Por otro lado, al tratarse de historietas tan focalizadas y reducidas en el tiempo, se suelen
centrar en los personajes femeninos, para poder generar las ya mencionadas escenas ecchi.
Por lo que personajes como Saruyama, bastante cómico, por su carácter de “salido”, tienden a
desaparecer.



Es cierto que el género ecchi no se caracteriza por el poder de sus narraciones, muchas de las
series muestran un escaso interés por ellas, pero esto no es una generalidad, ya que existen
muchas producciones que muestran esta historia, y poseen una cierta calidad dentro de
este género. Pero la conclusión sobre la historia de “Motto tol ove ru” sería ¿Pero tiene una
historia? Sencillamente se trata de una obra de pequeños skeches, útil para pasar el tiempo,
pero que no aporta nada. Tendremos que esperar a ver que nos depara con esta nueva
entrega de la saga.

Por Iván Rodríguez

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