En estos días estamos pudiendo disfrutar de ella gracias al ciclo "La mirada japonesa" que se está celebrando en Madrid, y que en este mes se centra en la guerra.
La película, un melodrama, nos cuenta la vida que mantienen dos niños solos tras haber perdido a su madre en un bombardeo. La película quiere retratar lo dramático del periodo para la población civil, la cual vio drásticamente modificada su estilo de vida.
En la película asistimos a un antes y un después del bombardeo. Podemos observar cómo vivían antes de sufrir en primera persona el conflicto, y los acompañaremos después de este acontecimiento en su intento de supervivencia.
Los protagonistas son dos hermanos, Seita, el mayour y Sestuko, la pequeña. Los niños se verán arrastrados por los acontecimientos que no pueden controlar, conduciéndolos al repentino abandono de la infancia hacia una obligada madurez, aún a pesar de los intento de Seita por proteger a su hermana.
Película que obtuvo en su día un gran favor de la crítica occidental, quienes por aquel 1988 aún creían que la animación sólo podía ser para niños. Esta película desvirtuó supuso un apoyo a la causa de quienes creían que la animación es capaz de contar historias profundas y complejas.
Por Iván Rodríguez
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