Marvel consiguió alzarse con el Oscar a la mejor película de animación con este largometraje que no produjo con Disney, a pesar de las claras vinculaciones que existen entre ambas productoras en la actualidad.
Para esta ocasión Marvel se alió con Columbia, que ya había producido la trilogía que en su día protagonizó Tobey Maguire, no en vano en este largometraje encontraremos varias referencias a esta trilogía del superhéroe de Marvel
De la misma forma el reboot de esta trilogía, que protagonizo Andrew Garfield, tambíén tiene su presencia en la obra, aunque no de una manera tan marcada como sus predecesoras.
Y es que a lo largo de la obra, pasaremos por diversas relaciones/revisiones de las diferentes adaptaciones que hemos podido ver sobra el héroe de Marvel.
Mencionar que al final de la película encontraremos un "regalo" adiciones en relación con estos aspectos que a más de uno nos agradará, y que además tiene una relación directa con las nuevas generaciones, y sus métodos de lenguaje.
Respecto al lenguaje de la película en si, la misma recurre a diversos estilos de animación mezclándonos de una manera armoniosa que además muestran una gran relación con el mundo del cómic, formato original de la obra.
En esta obra se nos presenta un nuevo Spider-man, que debe ocupar el puesto de su predecesor al haber fallecido este intentando salvar la ciudad.
Pero estos primeros pasos no los realizará solo, sino que diversos Spider-man de realidades paralelas estarán en este mundo, y ayudarán a este nuevo héroe a descubrir y aceptar su nuevo papel con la ciudad.
Ayudado por este factor, la película muestra una mayores cuotas relacionadas con la realidad social e inclusiva en la que nos estamos moviendo, y que por término general el mundo de los superhéroes había dejado un poco al margen.
Sin duda una producción agradable, que gustará a los amantes del género, y que se ha desarrollado con un cuidado y precisión admirables.
Por: Iván Rodríguez
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