La película recupera a los personajes de su primera entrega, y no sólo a estos personajes, sino muchos de los gags y elementos que se presentaron en esta primera entrega, por lo que transmite una sensación de continuidad y sobretodo, esa sensación de "yo esto ya lo he visto".
Y es que la obra, más allá de presentar más elementos de la juguetera LEGO en una especie de comercial largo, no nos ofrece grandes novedades en esta entrega, ni tan siquiera en los mensajes de fondo que nos quieren trasmitir, y que ya se dejaron ver en la primera entrega
No obstante, y a pesar de todos estos elementos, la película se deja ver, y salva los muebles de una manera muy satisfactoria, introduciendo muy de vez en cuando alguna vuelta de tuerca sobre la propia película original, como el "everything's not awesome".
En la primera entrega, al final de la película vimos la verdad tras la historia, pero en esta entrega y ya con "el pastel descubierto", esta verdad juega un papel mayor, y más destacado, presentándose a lo largo de toda la película, y no como una sorpresa final.
Tenemos que tener en cuenta, que en verdad, los acontecimientos que nos narran los juguetes, son un reflejo de la realidad, y sobretodo de los diferentes momentos de la vida que atraviesan los seres humanos, siendo este uno de sus principales valores.
Este aspecto es muy destacable en el escenario de los acontecimiento, el cual ha ido evolucionando a medida que el niño crece y va entrando en una nueva etapa, acomodándose el mismo más a los acontecimientos que el infante está viviendo.
En cuanto a la propia historia que nos narra la película, nuevamente tendremos a un "héroe" que carece de las características del mismo, que se adentrará en una aventura para recuperar a sus amigos, aunque como suele suceder en estas obras, la realidad no es lo que parece.
Por Iván Rodriguez
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