La obra supone una actualización de las aventuras clásicas a las nuevas tecnologías en el mundo de la animación. Para esta ocasión, la adaptación ha pasado de los tradicionales dibujos animados, a las animación por ordenador.
Para esta primera obra (puesto que la película ya cuenta con una secuela), la película recurre a una historia en la que los ya tradicionales personajes juegan un papel muy relacionado con su percepción por parte del gran público.
Usar una obra más tradicional para esta primera obra supone un acierto ya que el público puede identificar con facilidad los personajes y sus realidades.
A pesar de ello, se introducen elementos más modernos relacionados con la actualizad de las sociedad en la que vivimos actualmente.
De la misma forma, la obra sirve para presentar personajes secundarios que reaparecerán en su secuela, lo que le confiere una especie de metalenguaje, además de indicarnos la intención de crear toda una nueva saga de películas para continuar con las historias de Astérix.
No obstante, tenemos que señalar que esta obra no supone un reboot de las películas de animación antiguas, tal y como sucedió con las películas de acción real.
Es una obra que supone una revisión de las historias clásicas en un afán de modernización, pero que esta revisión no alcanza a las películas que se han ido realizando a lo largo de los años/décadas precedentes.
Respecto a la historia, en esta ocasión Cesar propone conquistar a esta aldea de galos mediente la construcción de una nueva ciudad romana en torno a la misma
La película muestra una crítica feroz hacia la perdida de identidad, y al mismo tiempo hacia la propia estructura de la sociedad capitalista, y sobretodo, del turismo de masas que impera en estos días.
Por: Iván Rodríguez
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