La película nos presenta a un muchacho (Norman) marginado por la sociedad, e incluso por su familia, ya que su comportamiento se sale de lo "normal", y es que Norman puede ver y hablar con los muertos.
Como consecuencia de esta capacidad un día tendrá que hacer frente a una maldición que afecta a toda la ciudad y que sino se detiene destruirá el mundo tal y como lo conocemos; y es que una malvada bruja amenaza con resucitar a los muertos.
La película podríamos considerarla como una iniciación infantil en el género de terror (y ya van unas cuantas), pero finalmente se descubre que posee un mensaje más profundo, pero al mismo tiempo más tradicional en estas obras, que trata sobre aceptar a las personas tal y como son.
A pesar del convencionalismo final del mensaje de la obra, esta se mantiene en pie gracias a una buena construcción, acompañada de un buen ritmo narrativo y de la relajación de los acontecimientos en determinadas ocasiones gracias a recursos cómicos.
La película decae un poco hacia el final de la obra como consecuencia del convencionalismo, no obstante este es aceptable y podemos considerar que se trata de una película consistente y muy recomendable.
Por: Iván Rodríguez
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