El pasado mes de marzo, cuando terminaron muchas series provenientes de la revista Jump como Bleach, Gintama o Beelzabub, también se dio por finalizada la segunda temporada de “Bakuman”.
“Bakuman” es la adaptación del manga homónimo, que narra las peripecias en el universo del manga de unos mangakas. La serie se empezó a adaptar el año pasado en una primera temporada, que al igual que ella, está compuesta por 25 episodios. Esta segunda temporada no supondrá el final de la adaptación, sino que se contará con una tercera temporada, que dará comienzo en la temporada de otoño de este 2012. Esta tercera adaptación podría suponer el cierre de la serie, ya que el manga concluyó el 23 de abril.
Parece ser que finalmente “Bakuman” será adaptada en una trilogía de anime compuesta por 75 episodios (25 por cada temporada); a la espera de poder disfrutar de esta tercera temporada, hemos podido asistir a una segunda sesión, que bajo mi parecer ha sido mejor que la primera (No en vano, la presentación de los protagonistas ya ha sido realizada, por lo que el desarrollo de las tramas es más factible).
Esta segunda temporada comienza con el desarrollo de la primera (y esperada) serialización. Durante toda la primera temporada nuestros protagonistas buscan conseguir ser “serializados” para poder alcanzar su sueño de poseer un anime. Esta segunda temporada parte a partir del éxito y los llevará al fracaso (al contrario que la primera que parten de 0 van hacia el éxito).
A pesar de haber obtenido un cierto éxito, y enfatizarse la rivalidad con sus competidores (Nizuma), sus otros compañeros/competidores también consiguen una serialización, por lo que aumenta la competencia entre todos ellos.
Como mencionaba previamente, la serie fracasa, por lo que se tiene que empezar de cero, este recomienzo no es similar a los anteriores, a pesar de querer mostrar ciertas similitudes, ya se trata de unos autores (maestros) con cierta experiencia. El resultado es una nueva serialización, “Tanto”, aunque esta la podríamos considerar un nuevo fracaso. Finalmente se entra en conflicto con sus mayores enemigos, Nizuma y Aiko. Mencionar de esta última que se trata de un nuevo competidor que supone un antagonista del segundo protagonista de la serie, Takagi (ambos personajes que se encargan de la creación de las historias).
Finalmente la serie concluye como la primera temporada, con un éxito que no sabemos hacia dónde conducirá a nuestros protagonistas.
Sin centrarme mucho más en desarrollar la trama de la series, es de destacar la buena organización narrativa de esta segunda temporada, la cual consigue mantener la atención del espectador de una manera más complaciente que la primera, con una historia y tramas que se mezclan entre los aspectos personales/sentimentales y los propiamente laborales.
No debemos olvidar que la obra se trata de un shônen, por lo que el enfrentamiento y el conflicto, es uno de los pilares fundamentales de sus narraciones. A pesar de no poseer luchas violentas, como podría ser el caso de “Bleach” o “Naruto”, el enfrentamiento está constantemente presente entre los diversos personajes a través de sus obras. No se trata de un enfrentamiento físico, sino creativo, pero lo fundamental es la representación de este, ya que se articula como cualquier otro shônen.
Una de las principales ventajas de esta segunda temporada respecto a la primera, son precisamente sus conflictos, mucho más intensos y desarrollados. Durante la primera temporada el antagonista es un objetivo a alcanzar, en esta segunda temporada los protagonistas han alcanzado esa posición y pueden tratarlo de tú a tú.
Destacar la creación de una nueva antagonista, Aiko, quien le plantea el contrapunto a Takagi en la creación de sus historias. A lo largo de esta segunda temporada se crea y presenta el enfrentamiento entre ambos equipos (Aiko y Nizuma Vs. Takai y Mashiro).
Estos conflictos se entrelazan y mezclan con los problemas personales y amorosos de la historia, completándola y usándose estos como medida para mantener la tensión en los momentos en que el enfrentamiento laboral se encuentra en un punto más bajo. La buena combinación de ambos elementos permite que el desarrollo de la serie mantenga, mayoritariamente, el interés a lo largo de sus episodios.
Lo que podría considerarse como una narración intermedia, entre el inicio (explicación de la trama) que venía expuesto en la primera temporada, y la conclusión que vendrá en la tercera temporada, ha mantenido el interés de la historia, acercándola más a sus seguidores, con un estilo en la narración bien medido y compensado.
Hay que destacar todo el metalenguaje del mundo del manga que la serie posee. Este es explicado de forma simple para todos los espectadores, permitiendo el seguimiento de la misma por cualquier persona. Series como “Gintama”, que poseen una gran cantidad de metalenguaje, no suelen pararse en explicar ciertos aspectos, lo que podría desembocar en que no se traten de series al alcance de cualquier público (es preciso conocer mínimamente el mundo del anime, manga y cultura televisiva japonesa para poder entender una gran cantidad de bromas).
Al tratarse de una segunda temporada, la técnica de animación se mantiene en la línea de su predecesora, no obstante, es de destacar la mezcla de estilos de dibujo que podemos observar en la obra. Un punto fundamental de esta historia es el universo del manga y por consiguiente, del anime. Los mangas que se desarrollan a lo largo de la historia, se corresponden a estilos diversos y diferentes, algunos de estos mangas consiguen su adaptación en anime, ofreciendo al espectador el visionado de algunos minutos de esas “animaciones“.
Los diferentes mangas que se realizan en la obra también son presentados en este anime en una especia de kamishibai que juega con las técnicas audiovisuales, como los paneos, el zoom, o las panorámicas. Esto permite que a pesar de tratarse de imágenes “fijas” el movimiento esté presente, permitiendo al espectador percibir la presentación de estas historias como una mezcla entre manga y anime.
Para concluir este apartado un poco más técnico, mencionar que la serie contó con un opening , “Dream of Life”, de Shuhei Itou, y dos endings: el primero fue “Monochrome Raibow” de Tommy Heavenly6 y el segundo “Parallel” de Fumiya Sashida.
Personalmente, esta segunda temporada me ha gustamos más que la primera y me quedo a la espera de ver una tercera temporada conclusiva.
¿Vosotros cómo habéis visto esta segunda temporada? ¿Con cuál os quedáis, primera o segunda?
